RELATOS ERÓTICOS y SEXUALES

Nos encontramos de nuevo y no perdemos ni un instante, mismo escenario y lugar…

Olí tu aroma, madera ligera, tú aliento, deseaba tanto tus besos, nos besamos sin control, pero de pronto me susurraste que no hiciera nada, que me quedara quieta y me dejara llevar.

Me quedé extrañada y lo notaste, pero decidí seguir adelante … Jugaste con mis labios varios minutos antes de pasar tú dulce lengua por la mía, comenzaste a tocarme tiernamente sobre la ropa, empezaste con mis pechos, de arriba abajo, en círculos, pellizcando suavemente mis pezones, provocaste mi primer gemido, corto, suave, deseosa de más.

Me recorriste las nalgas con ambas manos mientras me besabas, comencé a mojarme como nunca, que rica sensación, empezaste a quitarme la ropa, aprovechabas a rosarme zonas que me hacían vibrar.

Me recostaste sobre el sillón, pero a la orilla del antebrazo, ahí recargaste mis pies y separaste mis piernas, con una habilidad completamente desconocida para mí, tus dedos recorrían mi vagina, tocabas mi clítoris, las palpitaciones de las paredes de mi vagina comenzaron a ser constantes, más mojada, me encanta y de pronto tu lengua en mi botón, guau que movimientos tan perfectos!!

Tus dedos entraron en mí, hurgaban cada rincón, esa combinación me hizo explotar, Sí, me vine de una forma tal, que no podía ni respirar, se confundía entre el orgasmo que termina y el que comienza.

No Pares!!! Te repetía, pero me urgía sentirte dentro y como castigo, te retiraste, llegaste a mis pechos, los succionaste, apretaste, pusiste tú pene en medio y entre cada movimiento, mi lengua rosaba su cabeza, comenzaste a mojarte, y aún mi memoria recuerda tú sabor, tú olor…

Finalmente me dejaste tocarte, mis manos te agarraron por las nalgas y te acompañé en tu movimiento, te recostaste sobre mí y empezaste a frotar tu cuerpo contra el mío, jamás pensé que sólo la piel me hiciera vibrar tanto y tener otro orgasmo.

No pude más, suavemente te recosté, y empecé a besar tus labios, pero mi deseo me hizo abrir mis piernas y colocarme sobre tu vientre, empecé a lamer tu torso y casi en automático tomé tu pene, duro, grueso, mojado y empecé a frotar mi botón recorriendo mi vagina, que delicia … mi vagina ya reclamaba la entrada de su huésped y no la dejé esperar más, nuestros movimientos se acoplaron con tanta perfección, que me sorprendió otro orgasmo, pero para recobrar el aliento, separé tus piernas y me coloqué frente a ese falo erecto, fuerte, deseoso de acción, lo agarro, masajeo, lamo, estrujo, succiono, beso, acaricio, froto mis labios y bajo un poco más y traviesa mi mano agarra tus testículos, los aprieto, masajeo, lamo, los meto a mi boca, y regreso a ese falo aún más erecto, para seguir hasta hacerte explotar.

Si el lugar secreto hablara, lo único que articularía sería Fuego.

Quiero decirles que coincido en la afirmación de que una mujer debe ser recatada de día y Puta en la alcoba …. y no me avergüenza aceptarlo y reconocerlo, soy una mujer que le gusta mucho disfrutar del sexo.

Siempre me ha gustado tener una verga en la boca, en la vagina o en el culo, me gusta cumplir mis fantasías y siempre hay alguna que queda rondando en la cabeza, y era ser una verdadera puta, sí como lo  leen, una mujer que satisfaga a un desconocido o un hombre que quiera liberar el fuego que le quema.

Cuando venían mis pensamientos lascivos, me daban algo de nervios y pena al mismo tiempo, porque por más que no fuera real, y solo se tratará de una fantasía, me daba cosa salir a buscar algún desconocido, así que buscaba un distractor, continuaba mis actividades no sin desear que algún día pudiera vivir esa experiencia.

Y no me demoraría mucho esperando, la vida me consintió, creo que sabía que necesitaba una emoción fuerte que me brindara pasión; Tuve que visitar un nuevo cliente en su oficina, mostrarle los productos que fabrico y las opciones de servicios que podía brindar, quiero decirles que era un hombre sereno, amable, empático, con una voz tan varonil que con tan solo escucharlo me comencé a mojar, mi deseo de poseerlo y satisfacerlo me empezó a delatar, pues mientras él estaba atento a mis explicaciones y revisando mis productos, mi atención se volvió distracción, y él lo notó, pues me preguntó el porqué estaba tan nerviosa.

Se levando de su silla, caminó hacia la puerta que estaba a mi espalda y cercana a mí, en ese momento no me percaté que la cerró con llave, me ofreció una bebida y le acepté un café, así que puso su cafetera, regresó a su asiento y comenzamos a platicar trivialidades mientras quedaba listo el café, nuevamente se paró, fue hacia su cafetera y cuando menos esperé, tenía sus manos en mis hombros y comenzaron a bajar hacia mis grandes tetas, de principio quise quitarlas, levantarme y soltarle un puñetazo, pero lo que hice fue poner mis manos sobre las suyas e incitarlo a apretarlas firmemente, a juguetear con ellas, lo que obtuvo fueron mis gemidos, mi deseo, mi lujuria.

No sé cómo, pero de pronto ya  estaba medio sentado en una mesita frente a mi sin sus calzoncillos, con la verga enorme, cabezona y bien parada, puso su mano en mi nuca y me invitó a disfrutar de ella con mi boca, madre mía, que disfrute, no me cabía toda, pero me fui adaptando con cada recorrido por ese enorme tronco gordo, hasta que tocaba mi campanilla, que delicioso sabor, entre dulce y amargo, sus fluidos empezaron a lubricar la zona, sus piernas temblaban como gelatina, aprovechó y me quitó mi blusa y mi sostén, apretaba mis tetas mientras yo masturbaba su verga con mas enjundia, lo tomé de la mano y lo invité a sentarse en mi silla, puse su falo entre mis tetas, y lo masturbé con ellas, sus fluidos lubricaban perfectamente la zona, y cuando su cabeza aparecía, la besaba, lamia, succionaba, sentía con mas fuerza el temblor de sus piernas, ya lo escuchaba gemir, que placer estábamos recibiendo.

Ayudó a levantarme, me recostó boca arriba en su escritorio y me quitó el pantalón y mis pantaletas, abrió mis piernas y comenzó a meter su dedo índice en mi vagina, el cual me pasaba lentamente de arriba hacia abajo, de lado a lado, y hacía círculos, el movimiento de su dedo ya me tenía muy mojada y me hacía gemir como nunca, otro dedo acompañó al primero, los metía y sacaba de forma muy rápida y fuerte, de vez en cuando me hacía que chupara sus dedos, que estaban cubiertos con mis fluidos vaginales, de pronto se agachó y su lengua comenzó a recorrer el interior y exterior de mi vagina, Mmmmm … su lengua me puso a 1000, me volvía loca, ya quería su verga dentro de mí, quería ese miembro destrozándome , y escuchó mis súplicas internas, se levantó, me corrió hacia él, abrió más mis piernas y me la metió de un solo golpe, entraba y salía con fuerza, duro, un poco agresivo pero de lo más rico, sentía que iba a correrse porque sus embestidas eran mas rápidas, más fuertes y su miembro más grande, pero de pronto se detuvo y me pidió que me volteara, me la volvió a meter duro de un golpe, y con una de sus manos empezó a juguetear con mi clítoris, no sé cuántos orgasmos tan intensos tuve, era un experto, el amante perfecto.

Sentía que se acercaba el clímax de mi compañero, sus gemidos eran mas constantes y fuertes, se detuvo, me pidió arrodillarme y masturbarlo con mi boca hasta hacerlo venirse, volví a chuparlo más rico, succionando su cabezón, recorriendo con mi lengua el tronco, metiendo todo su miembro hasta sus testículos, masturbándolo con mi mano y dándole lamidas circulares al cabezón y repitiendo cada acción por varios minutos, su leche calientita inundó mi boca, mi garganta, mi estómago.

Definitivamente había sido la mejor experiencia de mi vida, la mejor verga que me halla comido, la realidad supera cualquier fantasía.

Ya quiero entregarle su trabajo !!

  • Cómo Quisiera que siguieras siendo mío, que fueras el hombre romántico, enamorado, sexual, excitante, erótico, apasionado y ardiente que fuiste conmigo …
  • Cómo Quisiera que la llama de nuestros cuerpos apasionados y candentes, siguiera ardiendo, que seas cada día más libertino, desinhibido, desenfrenado, depravado y …
  • Cómo Quisiera que te sintieras admirado, deseado, querido, amado, e ir tomada de tu brazo como antes, presumiendo nuestro amor…
  • Cómo Quisiera que me embrujaras con tu mirada, con tus sonrisas, con tus palabras, que me sedujeras con tus provocaciones, con tus juegos, con tu sensualidad.
  • Cómo Quisiera que volvieras a disfrutar cuando te sientes acariciado por mis miradas, que sintieras lo viciosa y lo zorra en que me convertiste.
  • Cómo Quisiera que supieras que tienes mi sumisión, que me siento dichosa a tu lado, que eres mi mayor placer, que eres mi mejor recuerdo.
  • Cómo Quisiera que la riqueza de la vida, la hubiéramos compartido, pero en este presente …. Ya es demasiado tarde.

Tu Amante.

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